“Un mensaje acertado; José Martí”
La república del Ecuador junto a otras más de Nuestra América que acabamos de celebrar el primer bicentenario de independencia. Por eso ahora es momento oportuno para analizar, y reflexionar acerca del empleo que los americanos del sur (Latinos) hacemos de tal enunciado; decir “Nuestra América” implica algo…implica mucho.
Y decimos que es momento oportuno, por que hoy ya han pasado dos siglos, y América ha dejado de ser “La América de ellos…”, de aquellos que nos colonizarón y dejarón implantado en nuestra historia muchos rasgos; pero ahora ya somos patria, antes fuimos banquete. Ecuador por lo menos, hoy ya no es la “Real Audiencia de Quito”, sino la democrática República del Ecuador.
“Éramos una máscara, con los calzones de Inglaterra, el chaleco parisense, el chaquetón de Norteamérica y la montera de España…”, (José Martí, Nuestra América), en épocas en que América, Nuestra América que había sido “… descoyuntada durante tres siglos por un mando que negaba el derecho del hombre al ejercicio de su razón…” (José Martí, Nuestra América), emergía, es decir nacía, aunque sietemesina, nosotros lo LATINOS a los cuales nos toco nacer, mucho antes que nuestra madre estuviera en labor de parto, somos aquellos que por razones de la vida, hemos vivido antes de tiempo, pero que aun así no podemos seguir saliendo, de lo que nos dejarón en aquel entonces, seguimos siendo los colonizados sin poder crecer...
Y así, con el peso de dos siglos de emancipación encima, pregunto, ¿Cómo se ha desarrollado la América que antes fue sietemesina? Bueno, un punto interesante es que, a la América que Martí se refería ya no es una, sino varias. Conocemos que hay Centroamérica y Sur América, también hay Iberoamérica y si el señor presidente de Venezuela, Hugo Chávez continúa con su discurso, tal vez muy pronto haya una “Gran Colombia” de nuevo. La verdad es que tenemos una tendencia a dividirnos, pero seguimos siendo en las raíces una misma América…tierras que van al sur, cálidas, hermosas, hechizantes pero golpeadas, limitadas y violadas.
La lástima sentida desde del punto de partida para el sur-americano, es la perdida de costumbre ya no percibida por aquellos hombres que no por edad, sino por pensamientos la critican y la lastiman, sin pena, ni gracia, la cual que no por gracia del hombre, es que aquellos de otras costumbres pueden vernos desde arriba, no precisamente porque seamos diminutos, es más porqué no hemos dejado de alabarlos.
Nuestras raíces precolombinas si así podemos llamarlas, son raíces ajenas que circulan por nuestras sangre y nos llenamos los labios repitiendo ante otros, yo soy de un pueblo lleno de ignorantes, de muertos de hambre, mediocridad; cuando pensamos en estas palabras muchos de nosotros, nos sentimos identificados, no por que así lo sea, sino porque lo habíamos escuchado antes, y lo más probable es que nos lo habíamos escuchado a nosotros mismos.
Nos inspiramos e identificamos con José Martí en “Nuestra América” , América que fue robada por aquellos sin ningún tipo de buen pensamiento, ellos quienes colonizaron a nuestros hombres, quienes por falta de apoyo grupal tuvieron que reproducirse con ellos, y ser parte de una nueva raza, en la cual nos incluimos.
Otra cosa más; el mundo irónico como siempre, arroja algo nuevo… quien diría que doscientos años después de haber expulsado a los que nos “dieron a luz” colonizándonos, tendríamos que volver a ellos, a servirles igual que antes pero no en tierras de Nuestra América, sino en las tierras que en verdad sí son de ellos. Y en esa posición ya no somos los indígenas, los mestizos, cholos o los zambos, ahora somos los migrantes. Y Ecuador, además de petróleo y banano, lo que más exporta son manos.
Esta vez es peor aún, porque ya no es a la fuerza bruta que les decimos “sí señor”, sino que ahora es por voluntad propia. Seguimos siendo sietemesinos, inmaduros, pobres y “virtualizados”; exactamente iguales que como nos dejaron, cuando los sacamos.
Pero porqué pensar que vengo de ese pueblo que con su cultura, ingresó a la nuestra llena de maldad y ambiciones innecesarias para la época, época que al parecer aún no termina, puesto que seguimos intentando ser como ellos. Vestirnos como ellos, pensar como ellos; cuando en una época remota tuvimos la oportunidad de ser esos que con admiración nos hubieran aceptado. Pero sin embargo no somos todos. Algunos nos sentamos en este presente, mirando hacia al frente intentando darles revancha inteligente, con sabiduría y alegría; como decía José Martí “las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.” (José Martí, Nuestra América), quién creería que siendo un pueblo tan lastimado en el pasado, nuestro presente, no es lastimarlos como ellos lo hicieron; muerte, lastima, imponencia, etc.
Justo aquí es cuando paramos pensando; por qué querer hacer daño a quien nos lo hizo, cuando gracias a ellos aprendimos a no dejar que se repita nuevamente.
Pero la tristeza nos invade al pensar que no es verdad, porque aún en nuestras historias ello sigue y al parecer seguirá repitiendo una y otra vez, entonces tendremos que esperar a que aparezca un nuevo José Martí que habla de esa manera, pero qué será mejor pensar… que cuando se muestre nos de las fuerzas de revolución, inspiración a no dejar de ser lo que somos sin importar lo que pasó; pero tampoco sin olvidar lo que se vivió.
Creemos firmemente que Martí podría ser nuestra inspiración al momento de discusión, ya que sin sus palabras; no nos me hubiéramos dado la oportunidad de conocer y recordar de donde venimos.
“¡Estos nacidos en América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan, ¡bribones!, de la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las enfermedades!” (José Martí, Nuestra América)
Hacia que nos enfrentamos, “Las repúblicas han purgado en las tiranías su incapacidad para conocer los elementos verdaderos del país, derivar de ellos la forma de gobierno y gobernar con ellos. Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador.” (José Martí, Nuestra América), y hacia donde vamos? Eso solamente lo sabemos nosotros! Puesto que el latino no va querer formar un grupo donde, seamos uno contra el resto. Para que en ello sintiéndonos completamente satisfechos y formando de nuevo una América unida y orgullosa de lo que es; pudiéramos intentar decir libremente SOY LATINO Y QUÉ!!
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